Masaje infantil






Los bebés al nacer, no sólo se nutren de comida, además, necesitan
ternura y amor, que le proporcionen la seguridad emocional necesaria para poder desarrollarse de forma más armónica.
Muchos estudios de investigación revelan la necesidad del contacto afectivo como parte fundamental de los primeros años de vida, y el masaje infantil es uno de los más agradables, y fáciles métodos para establecer este primer contacto.
El hecho de querer acariciar, tocar, acunar… a nuestro bebé es algo innato, y si lo acompañamos con una técnica específica, podremos tratar problemas específicos como aliviar cólicos o congestión nasal, aunque es necesario aclarar que no se trata de algo terapéutico, con el masaje infantil lo que se pretende es aliviar algunos de estos síntomas, pero ante todo, mejorar la comunicación entre el bebé y sus padres, fortaleciendo aún más el vinculo afectivo que les une.
Está ya científicamente demostrado que el amor, las caricias la nutrición afectiva entre el niño/a y los que le rodean, tienen un importante efecto positivo sobre su desarrollo.
Muchos estudios revelan los beneficios de un contacto afectivo como parte integral de los primeros años de vida, así como los desafortunados resultados experimentados cuando falla esta atención.



Historia

Todas las madres del planeta acunan, acarician y dan masajes a sus hijos cada día. Todas las madres saben que sus hijos deben ser mimados, acariciados abrazados o acunados. El arte del masaje infantil forma parte de aquellas tradiciones que se transmiten de padres a hijos a lo largo de la historia. Y que actualmente ha sido redescubierta en Occidente, tras haber permanecido en el olvido por diversas circunstancias un periodo de tiempo.
En la historia de este arte (el masaje) hay que destacar la figura de Vimala Schneider McClure, que después de un viaje a la India pudo comprobar los beneficios del masaje y la importancia del contacto físico. Poco a poco, fue adaptando diferentes técnicas de masaje a fin de que estas pudiesen ser aplicadas en nuestra sociedad. Así, en 1981, fundó la Asociación Internacional de Masaje Infantil-IAIM.
A España llegó en 1993 con el nombre de AEMI y de la mano de Merçe Simón.
¿Por qué es necesario para los bebés?

El masaje infantil podía ser una de tantas cosas que podemos hacer por nuestros hijos, pero es necesario recordar que el masaje infantil no es algo que hagamos a nuestros hijos, es algo que hacemos con nuestros hijos, es una forma de compartir nuestro amor, de comunicarnos, un dar y recibir en ambas direcciones.
Hay que tener en cuenta que el tacto es el sentido más importante con el que contamos, sin tacto no podríamos vivir, nos proporciona información importante sobre el exterior, sin esta sensación, no podríamos tener consciencia corporal, ni podríamos sentir a los demás. De hecho, el tacto es el primer sentido que se desarrolla., y el mas evolucionado en el momento de nacer, en la gestación nos sentimos masajeados por el líquido amniótico, mas tarde, por las contracciones, al nacer, este proceso debe continuar para “sentirnos” más seguros.
El tacto es la vía más importante para transmitir el cariño a nuestro bebé. Necesita ser tocado y acariciado para crecer sano y feliz. Y el masaje, además de contacto, le proporciona numerosas ventajas añadidas. El tacto “es el alimento emocional para el bebé, que le brinda seguridad, contribuye a un desarrollo equilibrado y, además, mejora su salud” Según el doctor Frederick Leboyer “Las caricias, los contactos de piel a piel, los masajes, todo ello alimenta al niño. Es un alimento tan necesario como los minerales, vitaminas y proteínas.”
El contacto que produce el masaje infantil llega a tener un gran valor, no sólo en el desarrollo de una personalidad positiva, sino en la práctica temprana del control del estrés en los niños.
Está demostrado que el calor y la seguridad que proporciona el tacto nos hace a las personas más libres, y esta es la libertad que nos permite relacionarnos, compartir y tener en cuenta a los demás.
Alivio: El masaje tonifica el sistema digestivo, ayuda a mover los gases y la materia fecal hasta expulsarlos y acelera la mielización del sistema nervioso para una mejor comunicación cerebro-cuerpo.


Interacción y vínculos: Los vínculos son un fenómeno básico en el universo. Los vínculos son para los humanos un proceso más que un acontecimiento, y es un tema de interacción recíproca. Es una danza que produce confianza e intimidad.

Hay muchas formas de establecer vínculos, y se dice que el masaje infantil reúne las más importantes, combina intimidad, nada ni nadie se interpone en ese momento, creando una situación única para establecer una comunicación tanto verbal como corporal. El masaje también da lugar a momentos divertidos de juegos, ya que muchos de los movimientos pueden hacerse con canciones, explicando algún cuento, con juegos… y como ventaja extra además los movimientos velan por la salud del niño, pudiendo por ejemplo aliviar cólicos o relajar la mandíbula cuando comienzan a salir los dientes.
El masaje infantil reúne todos los elementos necesarios para establecer los vínculos, proporciona contacto ocular, cutáneo, olor, la voz, por ello es también recomendable para las madres que por algún motivo concreto no hayan podido dar el pecho a sus hijos.
En los casos en los que la unión ha sido retardada (adopción, prematuro o cualquier otra complicación) y cuando el niño comienza a ir a la guardería es muy aconsejable (el niño se siente seguro)
Actualmente, debido al ritmo de vida que llevamos, pocas veces se tiene la suerte de poder pasar todo el tiempo que deseásemos con el bebé, por ello, el masaje infantil, es una manera de hacer que el tiempo que pasamos con nuestro bebé sea aún de más calidad.

1 comentario:

  1. Lo has explicado genial para ir poquito a poco mejorando en nuestro trabajo y así hacer mejores masajes, gracias por los consejos!

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